Introducción
El dióxido de cloro fue descubierto en 1814 por Sir Humphrey Day (1778-1829), un eminente químico británico que aisló el sodio y el potasio entre otros elementos como el magnesio, calcio y estroncio. Day produjo el gas añadiendo ácido sulfúrico sobre clorato potásico. El dióxido de cloro no se utiliza como tal por ser explosivo e irritante y son preferidas sus soluciones acuosas en las que es estable, sobre todo a bajas temperaturas. En soluciones acuosas, el dióxido de cloro es un un radical libre altamente reactivo que se comporta como un biocida muy eficaz. El dióxido de cloro estabilizado se utiliza en los equipos de supervivencia como potabilizador del agua.
Las propiedades terapeúticas del dióxido de cloro fueron descubiertas en 1996 un aventurero buscador de oro llamado Jim Humble que se encontraba en la selva de Guyana británica en una prospección minera. Un día, dos de sus colegas enfermaron gravemente de malaria, y rebuscando en su botiquín Humble encontró algunas botellas de oxígeno estabilizado, que llevaba para potabilizar el agua. El oxígeno estabilizado es simplemente dióxido de cloro en solución al 2.5%. Este producto no requiere refrigeración pero debe permanecer en un lugar oscuro y ventilado. Al no disponer de ningún fármaco antimalárico, según cuenta el mismo Humble en su libro ".... Ellos estaban muy enfermos y sufriendo, acostados en las hamacas temblando de frío y al mismo tiempo con fiebre muy alta; sus síntomas incluían dolor de cabeza, dolor muscular y coyunturas, náusea, diarrea y vómito. Ellos estaban dispuestos a tomar cualquier cosa y lo hicieron, les dí a los dos una dosis curativa en agua y se lo tomaron todo. En una hora los escalofríos cesaron y a las cuatro horas ya estaban bromeando...."
El mismo Humble contrajo la malaria, diagnosticada mediante la detección del Plasmodium en su sangre en un hospital de Georgetown (Guyana). Según escribe Humble "... tomé una dosis grande de mi propio remedio y unas horas después ya
me sentía mejor, me funcionó. Para comprobarlo regresé al hospital a hacerme
otro examen de sangre y esta vez los resultados de malaria eran negativos"
Después de la aventura amazónica con el oxígeno estabilizado pero que sólo curaba el 70% de los enfermos de malaria, Humble - que por cierto no es químico ni médico sino ingeniero de minas - realizó miles de pruebas hasta llegar al MMS que no es otra cosa de clorito de sodio que se activa poco antes de ser ingerido por la adición de un ácido débil. En presencia de ácido cítrico (aunque también funciona con ácido láctico vinagre o zumo de limón) que actúa como activador, el clorito de sodio pasa a ser el dióxido de cloro, el potente gas oxidante descubierto por Sir Humphrey Day casi doscientos años antes. Humble tuvo la desafortunada idea de llamar a su producto MMS (solución mineral milagrosa) muy propia de un americano, pero cuyo adjetivo "milagrosa" ya implica una buena dosis de curanderismo,
Como funciona el MMS y su producto activado ClO2 (CDS = Chloride Dioxide Solution)
El gas amarillo que se ocasiona al mezclar el clorito de sodio con un ácido (p.ej. ácido cítrico) es soluble en agua dependiendo de la temperatura de esta. Tiene un ligero olor a cloro y sabor a limón cuando se hacen reaccionar 3 o 4 gotas de cada componente y, después de 30 segundos, se añade un vaso de agua fria y se ingiere. El sabor a limón se debe al ácido cítrico y al citrato sódico formado en la reacción. El dióxido de cloro gas se obtiene haciendo reaccionar el clorito sódico con un ácido (p.e. ácido clorhídrico al 4%). El gas generado se disuelve en agua destilada produciendo el CDS (Chlorite Dioxide Solution). La concentración del ClO2 en el agua destilada depende de la temperatura y la presión.
Para comprender como funciona el ClO2 en el organismo frente a un patógeno invasor debemos considerar como se libran los neutrófilos (un tipo de leucocitos) de la invasión de un patógeno. Los neutrófilos normalmente se encuentran en el torrente sanguíneo. Pero, durante el inicio agudo de una inflamación, particularmente como resultado de una infección bacteriana, son unos de los primeros migrantes hacia el sitio de inflamación (primero a través de las arterias, después a través del tejido intersticial), dirigidos por señales químicas como interleucina-8 (IL-8), interferón -gamma (IFN-2), en un proceso llamado quimiotaxis. Son las células predominantes en el pus. Este proceso se denomina diapédesis o extravasación.
Aunque el mecanismo de acción de los neutrófilos es bastante complejo, a efectos de determinar como funciona el CDS, solo nos interesa explicar como una vez fagocitados los gérmenes invasores, los neutrofilos eliminan el material celular de desecho de los mismos.
Los leucocitos reconocen el invasor por la presencia en éste de ciertos receptores a los cuales se fijan, induciendo la fagocitosis. Estos receptores presentes en el agente invasor dañino, pueden ser de diversa naturaleza (lectinas, glicoproteínas, etc) y una vez unidos a la membrana del neutrófilo, este forma unas extensiones de su citoplasma (los seudopódos) engullendo al invasor y formando un fagosoma. Una vez fagocitado, el neutrófilo libera una serie de enzimas contenidas en los lisosomas que degradan o digieren la particula ingerida. El material digerido procedente del invasor consiste en una mezcla compleja de fosfolípidos (procedentes de la membranas), proteínas, glicoproteínas, lipoproteinas, polisacáricos, acidos nucleícos, etc) que intoxican al neutrófilo, ocasionando su muerte. Cuando se acumulan localmente muchos neutrófilos, se origina el pus.
De las muchas enzimas que intervienen en la digestión de los patógenos, destaca la mieloperoxidasa que es la proteína más abundante en los neutrófilos y es la única peroxidasa que cataliza la conversión del peróxido de hidrógeno y cloruro a ácido hipocloroso (lejía). Este es un potente agente oxidante que contribuye al mecanismo de defensa contra los agentes infecciosos; sin embargo, puede ser capaz de actuar sobre las células del huesped en caso de activación incontrolable o excesiva e inactivar factores humorales.
El dióxido de cloro, podría ser una ayuda al ácido hipocloroso generado por la mieloperoxidasa incrementando la efectividad de los neutrófilos.
El clorito sódico como medicamento
El clorito sódico (también conocido como NP001) ha sido utilizado como medicamento en dosis intravenosas de hasta 2 mg/kg administradas durante 6 meses sin que se hayan observado efectos secundarios notables en un total de más de 400 enfermos de esclerosis lateral amiotrófica
La Agencia Europea del Medicamento autorizó en 2013 el uso el clorito sódico como medicamento huérfano para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) con el número EU/3/13/1139.
La clorito media su efecto antiinflamatorio en los macrófagos mediante la creación de altos niveles intracelulares de cloramina taurina, un factor conocido por regular las vías inflamatorias inducidas por el factor nuclear kB (NK-kB) inhibiendo la producción de citoquinas inflamatorias, en la particular la IL-1b.En estudios clínicos anteriores con otra forma de clorito (WP-10, tetraclorodecaóxido) esta regulación ha demostrado revertir la inflamación y hacer que los macrófagos sistémicos vuelvan a un estado fagocítico normal.
El dióxido de cloro como medicamento
No se conocen la eficacia y la seguridad de la CDS como tal de forma adecuada. Al ser el CDS un producto no patentable, muy barato y fácil de fabricar, nadie conseguirá los fondos necesarios para llevar a cabo los estudios pre-clínicos y clínicos que requieren las regulaciones de las administraciones. Sin embargo de dispone de numerosos datos sobre su toxicidad por haberse llevado a cabo algunos estudios con el producto industrial (clorito de sodio) para determinar el peligro en los trabajadores que lo manipulan.
Por lo tanto, solo se disponen de informaciones de particulares y de empresas poco fiables que comercializan kits para fabricar la CDS con una publicidad probablemente engañosa y con ánimo de lucro.
La medicina ortodoxa no sólo rechaza el uso de la CDS, sino que incluso presiona a las administraciones y a los colegios oficiales de médicos y farmacéuticos a que declaren delito la venta de este producto.
Sin embargo consideremos algunos hechos:
- Dada que la solubilidad del gas en agua depende de la temperatura, la CDS recién preparada a 25º C de temperatura contiene 0.39 g/L de ClO2 (390 mg/L o 390 mg/ml). Esta concentración es aproximadamente 500 veces la permitida por la FDA de 0,8 mg/L o 0.8 mg/ml) en el agua potable. Teniendo en cuenta que 1 ml equivale a 20 gotas, cada gota de CDS recién preparada contiene 390 mg: 20 = 19,5 mg/gota
Sin embargo cuando se ingieren 10 gotas de CDS en 200 mL de agua, concentración final en el agua bebida será tan sólo 2.5 veces la permitida para el agua potable.
Veamos ahora, a título de comparación lo que ocurre con el agua de mar:
- El agua de mar contiene un 3.5% de cloruro sódico y si es la única fuente de agua, produce la muerte en pocas horas. Sin embargo, algunos médicos recomienda la toma de 500 ml de agua de mar/día argumentando que tiene todos los oligoelementos. Se admite que el agua potable debe tener menos del 0.5% de cloruro sódico (500 mg/L = 5 mg/ml ) y, por lo tanto un vaso de agua de mar (200 ml) tiene una concentracion de 100 mg/ml, 200 veces mayor que la recomendada para el agua potable.
En los ensayos clínicos realizados en pacientes con ELA, las dosis intravenosas de clorito sódico fueron de 150 mg (para un sujeto de 75 kg) que fueron perfundidas en 30 minutos. Esto supone una dosis de 5 mg/min que equivale a 3.72 mg/min de ClO2.
Aunque se desconoce la semi-vida de dióxido de cloro en el organismo y su volumen de distribución, si asumimos un volumen de distribución de unos 5 litros y una semi-vida de 1 minuto, las concentraciones del gas en el plasma serán de 0.74 mg/L. Ahora bien, estudios realizados para determinar la eficacia de diversos biocidas (dióxido de cloro, hipoclorito sódico y cloro) han demostrado que el dióxido de cloro en concentraciones de 1 mg/L (es decir un poco mayores que las calculadas en el plasma) ocasionan la destrucción del patógeno en 30 segundos, un tiempo 120 veces inferior al calculado. Esto explicaría la rapidez con la que los primeros pacientes de malaria eliminaron el plasmadio y otros muchos testimonios que hablan de curaciones en infecciones graves en 2 o 3 días.
PRECAUCIONES
Cuando se utiliza dióxido de cloro como desinfectante, hay que tener en cuenta que el gas de dióxido de cloro puede escapar de la CDS. Especialmente cuando la desinfección tiene lugar en un espacio sellado, esto puede ser peligroso. Cuando las concentraciones de dióxido de cloro alcanzan el 10% o más en el aire, el dióxido de cloro se vuelve explosivo.
La exposición aguda de la piel al cloro que se origina a partir de la descomposición del dióxido de cloro, causa irritaciones y quemaduras. La exposición ocular a los ojos al dióxido de cloro causa irritaciones, conjuntivitis y visión borrosa. El gas de dióxido de cloro puede ser absorbido por la piel, donde daña el tejido y las células sanguíneas. La inhalación de gas con dióxido de cloro causa tos, dolor de garganta, dolores de cabeza intensos, edema pulmonar y espasmo bronquial. Los síntomas pueden comenzar a mostrarse mucho después de que la exposición haya tenido lugar y pueden permanecer durante mucho tiempo. La exposición crónica al dióxido de cloro causa bronquitis. El estándar de salud para el dióxido de cloro es de 0,1 ppm.
Desarrollo y reproducción: se cree que el dióxido de cloro tiene efectos en la reproducción y el desarrollo. Sin embargo, hay muy poca evidencia para fundamentar esta tesis. Se requiere más investigación.
Mutagenidad: el ensayo Ames se utiliza para determinar la mutagenidad de una sustancia. La prueba de Ames utiliza bacterias Salmonella que están modificadas genéticamente. No se forman colonias bacterianas, a menos que entren en contacto con una sustancia mutagénica que altera el material genético. Las pruebas muestran que la presencia de 5-15 mg/L ClO2 aumenta la mutageneidad del agua. Es difícil probar la mutagenidad de los subproductos del dióxido de cloro y el dióxido de cloro, porque las sustancias son biocidas. Los biocidas generalmente matan los organismos indicadores que se utilizan para determinar la mutagenidad.
Mortalidad: la revisión exhaustiva de la literatura médica (Pubmed, Science Direct, Scopus, Cochrane) no ha arrojado ningún caso de muerte por ClO2 aunque si varios casos de intoxicación por sobredosis o mal uso del producto.
Lin y Lim notificaron lesión renal aguda debida a metahemoglobinemia en un paciente chino de 25 años con intoxicación por clorito de sodio. La biopsia renal mostró características de nefritis tubullointestinal aguda y hubo una recuperación renal completa. El segundo caso fue notificado por Ranghino et al. en un hombre de 45 años de edad que tuvo intoxicación aguda por clorato de sodio con lesión renal aguda debido a la metahemoglobinemia.3
Otras características clínicas de toxicidad incluyen síntomas gastrointestinales y cianosis. La irritación de la mucosa gástrica causa náuseas, vómitos, malestar abdominal. La cianosis debida a la metahemoglobinemia ocurre si el nivel supera el 10%. Se sabe que el dióxido de cloro causa hemólisis intravascular Se ha encontrado en la literatura un caso de daño miocárdico debido a la toxicidad por dióxido de cloro.
Valor de los testimonios
Pese a la diligencia por parte de las administraciones sanitarias para prohibir el uso de la CDS, son miles los testimonios que personas que afirman que la CDS ayuda a la curación total o parcial de muchas enfermedades. Estos testimonios son tachados por la medicina ortodoxa como "anecdóticos" y no les atribuyen ningún valor. Sin embargo, nos preguntamos cuantos resultados anecdóticos son necesarios para que sean tomados en consideración.
En su libro "Radical remission: Surviving Cancer Against all Odds" (Remisión radical: sobreviviendo al cáncer contra todo pronóstico") la oncóloga narra como durante 5 años estuvo analizando más de mil casos "anecdóticos" de pacientes que se habían curado de un cáncer terminal. Turner encontró que todos los pacientes curados mostraban 9 patrones en su comportamiento.
¿No sería interesante buscar patrones similares en pacientes que afirman haber sido curados por productos homeopáticos, hipnosis, toque terapeútico, CDS, etc)? Algunas administraciones y asociaciones médicas atacan ferozmente dichas supuestas terapias sin haber realizado ningún experimento con ellas o después de experimentos de dudoso valor. Nos preguntamos cuales serán sus motivos.
Un ejemplo llamativo es el caso del toque terapeútico (o imposición de manos) terapia aceptada en varios países y para el que hemos detectado 555 publicaciones científicas todas ellas en revistas revisadas por pares. Pero, en Internet, en un sitio dedicado a denigrar terapias alternativas, un solo experimento fracasado en el que una niña intentó influir sobre 21 sujetos bastó para que una publicación tan seria como el JAMA tachara de pseudociencia el toque terapéutico.
Publicaciones cientificas "revisadas por pares"
En un artículo publicado en Acta Microbiologica et Immunologica Hungarica, 61(2) pp. 209–220 (2014), los autores señalan "Comparando once desinfectantes con frente a microorganismos, el que contenía dióxido de cloro (ClO2) tuvo la actividad biocida más fuerte basado en el ingrediente activo expresado en mg/L.
ClO2 se conoce como el "biocida ideal" por sus propiedades beneficiosas [4]. Es un oxidante fuerte pero, a diferencia de otros oxidantes, no reacciona con la mayoría de los compuestos orgánicos de los tejidos vivos. ClO2 reacciona más bien selectivamente con cisteína, metionina, tirosina y triptófano y su residuos en péptidos y proteínas. Como estos aminoácidos juegan un papel crucial en todos los sistemas es imposible para cualquier microbio desarrollar resistencia al ClOl2.Además, su efecto biocida es selectivo del tamaño, porque el ClO2 no puede causar daño real en organismos mucho más grandes que los microbios, ya que no es capaz de penetrar profundamente en sus tejidos vivos
La inactivación de numerosos virus por el ClO2 se ha comprobado el caso de virus RNA de la polio. Según Alvarez y O´Brien, "impide la incorporación de Uridina al RNA del virus", impidiendo que el genoma del mismo actúe como molde para su duplicación
Mediante experimentos realizados en cámaras de difusión Zoltán Noszticziu y col. han llegado a la conclusion de que la difusión del dioxido de cloro es inversamente proporcional al tamaño de la partícula.
DECLARACION DE HELSINKI
En la revisión de 2018 de la declaración de Helsinki, apartado II, párrafo 1 se dice "En el tratamiento de la persona enferma, el médico deberá tener libertad para utilizar cualquier nuevo diagnóstico o medida terapéutica, si, en su criterio, ofrece una esperanza de salvar la vida, restablecer la salud o aliviar el sufrimiento.
En el contexto del Covid19 ANIMAMOS A LOS MEDICOS QUE UTILICEN EL DIÓXIDO DE CLORO en los casos más graves de pacientes intubados, preferiblemente antes de que se desate la tormenta de citoquinas. En definitiva se trataría del uso "off-label" de un producto aprobado pir la EMEA.
El contenido de esta página es informativo y no suple el diagnóstico médico ni los tratamientos recomendados por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso |
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Soy bioquímico y puedo afirmar que el dióxido de cloro es un producto muy efectivo para desinfectar. Por supuesto que siempre se lo debe adquirir en proveedores serios como https://dioxnatur.com/. Es un producto que sirve mucho tener en el hogar.
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