Entramos en la recta final y, quizá, el último trimestre sea el más incómodo. Alrededor de la semana 36 de embarazo, el bebé se coloca con la cabeza hacia abajo, preparándose para nacer en posición cefálica, y cada día tiene menos espacio para moverse. Debido al volumen de un abdomen que sigue creciendo, es posible que te sientas cada día más torpe y cansada.
Engordar entre 9 y 12 kilos a lo largo del embarazo es lo ideal. En cambio, a algunas mujeres les resulta difícil mantenerse en estos parámetros. Si has llegado al octavo mes de embarazo y ya has engordado 11 kilos, es posible que termines tu embarazo con 14 o 15 kilos, si no tomas las medidas oportunas. Tu ginecólogo te recomendará la dieta más adecuada en tu caso.
Trucos para aliviar las molestias del embarazo
Dolores de espalda. Casi la mitad de las mujeres padece molestias en la espalda en algún momento de su embarazo. Para prevenirlas conviene:
- Prestar atención a la postura. Sentarse y caminar con la espalda recta y las caderas hacia adelante. Evita caminar arqueando la espalda o sacando el abdomen.
- Usar calzado cómodo. Los zapatos de tacón bajo con buen apoyo en el arco del pie son beneficiosos. Evita usar zapatos de tacón alto porque elevan la presión sobre los músculos de la cintura.
- Evita levantar peso. Supone aún más esfuerzo para la espalda. Si tienes que coger algo del suelo, hazlo flexionando las rodillas y con la espalda recta, sin doblar la cintura. Separa una carga grande en dos pequeñas y si el objeto es grande, llévalo cerca de tu cuerpo.
- Cuidado con las caídas. Procura tener a mano las cosas que necesites para que no tener que agacharte ni estirarte para alcanzarlas. Es más fácil perder el equilibrio cuando estás embarazada.
- De pie o sentada. Evita en lo posible pasar mucho tiempo de pie o sentada. Si tienes que estar parada un rato largo, alterna el apoyo de los pies sobre un banco o caja. Siéntate en sillas con un buen apoyo en la espalda y evita los sillones en los que te hundes porque te costará levantarte sola.
- Duerme en un colchón firme. La mejor postura es de costado y te ayudará colocar una almohada entre las piernas para mantener recta la columna vertebral. Sentirás más apoyo en la espalda.
- Usa fajas de apoyo lumbar. Tanto las fajas como las bandas anchas proporcionan ayuda para sostener el peso extra abdominal y brindar soporte lumbar. Se venden en tiendas para embarazadas.
- Masajes para aliviar para el dolor. Debido a que no se recomiendan los medicamentos para tratar el dolor de espalda durante el embarazo, una buena alternativa son los masajes para aliviar las contracturas. Consulta a un especialista.
- Prevención con ejercicio. Los ejercicios para fortalecer y estirar los músculos de la espalda ayudan a mejorar la postura y evitan dolores.
Insomnio. Poco se puede hacer para combatir el insomnio en el embarazo, a parte de recurrir al socorrido vaso de leche caliente antes de dormir, intentar relajarte todo lo posible, darte un baño caliente, ajustar la temperatura del dormitorio y asegurar un ambiente de tranquilidad y silencio. No obstante, también debes evitar beber mucho líquido durante las horas previas a irte a dormir para evitar levantarte al baño por la noche, realizar ejercicio temprano por la mañana, nunca antes de irte a dormir, practicar técnicas de relajación y mantener la mente despejada y libre de ansiedad cuando te acuestes en la cama. Si sientes calambres en las piernas, alivia el dolor masajeando la zona o presionando los pies firmemente contra la pared.
Ansiedad. El agobio y la ansiedad no son buenos compañeros en esta etapa del embarazo. Para hacerles frente, hay actividades físicas muy recomendables durante el embarazo como el yoga o la natación, que te servirán para conectar con tu cuerpo y desconectar de la ansiedad. Relájate practicando técnicas de respiración en el rincón favorito de tu casa y sal a pasear. Las largas caminatas suponen un buen ejercicio y te ayudarán distraerte. Y si son en compañía, mejor. Rodearte de afectos, hablar de tus dudas y miedos con las personas que más cerca están de ti te servirá para alejar y espaciar esos momentos de ansiedad.
Dificultad para respirar. Esta falta de aliento continuará durante todo el embarazo, mejorando hacia las últimas semanas cuando el bebé se encaja para prepararse a nacer, dando más espacio a los órganos, entre ellos, el diafragma y los pulmones. Para aliviar la falta de aliento, dale más espacio a sus pulmones, manteniendo una postura erguida tanto si estás de pie como sentada. Evita hacer movimientos violentos y mantén la calma en todo momento para no acelerar el trabajo de los pulmones y el corazón, y usa ropa cómoda que no sea ajustada. Consulta con tu ginecólogo si presentas mucha dificultad al respirar, tienes el pulso acelerado, sufres mareos y desmayos (en esta etapa del embarazo ya no son comunes), dolor en el pecho o asma.
Acidez. Puedes reducir el malestar que causa la acidez evitando las bebidas con gas, con cafeína y alcohol; el chocolate; los alimentos ácidos como los cítricos, el tomate, la mostaza y el vinagre; los productos con menta y los picantes. Y además:
- Come en pequeñas cantidades cinco veces al día y mastica bien los alimentos.
- Evita tomar mucho líquido con la comida para que no se te hinche el estómago.
- Mastica chicle después de la comida, porque el chicle estimula las glándulas salivales y la saliva ayuda a neutralizar el ácido.
- Cena dos o tres horas antes de irte a la cama, para hacer la digestión antes de acostarte.
- Duerme recostada sobre varias almohadas para elevar la parte superior del cuerpo y que los ácidos estomacales permanezcan en su lugar.
- Usa sólo los antiácidos que te recomiende el ginecólogo. Algunos pueden tomarse durante el embarazo, pero si tienen aluminio, aspirina, o un alto contenido en sodio están contraindicados.
Dolores difusos en la pelvis o contracciones. Evita forzarte a realizar una actividad, si te está causando dolor. Muévete poco, pero con frecuencia y descansa regularmente sentada con la espalda recta y bien apoyada. Y además:
- Evita levantar o empujar cosas pesadas (los carritos de los supermercados suelen provocar un dolor fuerte).
- Siéntate para vestirte. Procura introducir las piernas dentro de los pantalones, faldas o ropa interior cuando estés sentada, nunca cuando estás de pie.
- Intenta no separar las piernas ni hacer movimientos bruscos al subir o bajar de un coche o subir escaleras.
- Practica los ejercicios de Kegel, que ayudan a reducir la sobrecarga sobre la pelvis durante el embarazo.
Hemorroides. Para aliviar tus molestias prueba a aplicar una bolsa de hielo sobre la zona afectada, varias veces al día. El hielo ayuda a disminuir la hinchazón y el malestar, lo mismo que los baños agua tibia en el bidé o en la bañera con la zona rectal sumergida. También puedes alternar un tratamiento frío con uno caliente, comenzando con una compresa de hielo seguida de un baño de asiento con agua tibia. Para finalizar, aplícate una pomada o crema específica, que te recomiende el ginecólogo, específica para el embarazo.
Estreñimiento. La fibra será tu mejor aliada para combatir el estreñimiento. Los cereales integrales, el pan integral y, en general, las frutas y verduras frescas poseen un buen contenido en fibra. Acompáñalos siempre de un vaso de agua para que la fibra se hinche en el estómago y ejerza su función de arrastre. Los zumos de frutas, especialmente de ciruela y un kiwi cada mañana pueden ayudarte a visitar el baño con la regularidad que necesitas. Y además:
- Practica ejercicio regularmente. Caminar, nadar y hacer yoga pueden ayudarte a aliviar el estreñimiento.
- Si tienes ganas de ir al baño, no lo dejes para después.
- Consulta con tu ginecólogo antes de tomar un suplemento de fibra.
Varices. Las venas varicosas son un problema estético y de salud. Salen con el embarazo y después mejoran un poco, pero generalmente su huella permanece. Para evitar las varices, lo mejor es prevenirlas poniendo en práctica estos consejos:
- Evita el sobrepeso. Aumentar mucho de peso favorece su aparición.
- Haz ejercicio. Caminar 30 minutos diarios mantiene los músculos de las piernas en forma y éstos a su vez ayudan a bombear la sangre hacia el corazón.
- Cambia de postura. Evita pasar mucho tiempo de pie parada o sentada. Muévete a intervalos cortos y regulares.
- Descansa con los pies en alto. Coloca las piernas más altas que las caderas siempre que puedas para descansar. Así se favorece el retorno venoso.
- Usa ropa holgada. Las prendas ajustadas pueden impedir o entorpecer la circulación. Usa medias de compresión que favorecen la circulación y el retorno venoso desde las piernas.
- No cargues peso. Procura no levantar objetos pesados, ni llevar bolsas de un lado para otro.
- Fumar está prohibido. Entre otras cosas, se ha demostrado que el tabaquismo favorece la aparición de varices.
- Duchas de agua fría. Termina tu ducha diaria con agua fría. Pasa el agua en sentido ascendente para favorecer la circulación. El agua caliente dilata los vasos sanguíneos.
Calambres. Cuando sientas un calambre, estira de inmediato los músculos de la pantorrilla. Endereza la pierna, el talón primero, y flexiona suavemente los dedos de los pies para atrás, es decir, hacia la espinilla. Al principio, puede doler, pero esta maniobra calmará el espasmo y el dolor desaparecerá gradualmente. También, puedes intentar relajar el calambre masajeando el músculo o calentándolo con una botella de agua caliente. Caminar durante unos minutos también te puede ayudar. Estos consejos te ayudarán a mantenerlos bajo control:
- Come plátanos. Un plátano diario te ofrece la dosis de magnesio que necesitas para prevenir los calambres.
- Aumenta tu consumo de lácteos. El calcio es fundamental para el crecimiento de tu bebé y para la salud de tus huesos en el embarazo, y además te ayudará a mantener a raya los calambres.
- Evita poner los dedos de los pies en punta. Estirar las piernas con los dedos de los pies en punta puede producir un calambre.
- No cruces las piernas. Al sentarte o al estar parada, evita cruzar las piernas durante largos periodos de tiempo.
- Estira los músculos de las pantorrillas. Realiza estos estiramientos con frecuencia durante el día y varias veces antes de irte a dormir.
- Rotaciones de tobillos. Los movimientos circulares con los dedos de los pies cuando estés sentada, comiendo o mirando la televisión te pueden ayudar a prevenir los calambres.
- Camina 30 minutos al día. El ejercicio te beneficia siempre que tu médico lo haya desaconsejado en tu estado.
- Evita cansarte demasiado. Acuéstate sobre el lado izquierdo para mejorar la circulación de la sangre por la vena cava, que está en el costado derecho y lleva el fluido de las piernas hacia el corazón.
- Date un baño caliente antes de acostarte para relajar los músculos.
Contracciones. Para aliviar las falsas contracciones, puede ayudarte cambiar de posición, tomar un baño caliente durante media hora o beber una taza de leche o té caliente. Los masajes en la zona lumbar pueden aliviar el dolor de la contracción: la presión externa ejercida a través del masaje, equilibra la presión interna del bebé, compensando de esta manera la presión y mitigando el dolor.
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