Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California (Estados Unidos), vinculan los altos niveles de testosterona en los hombres a una pobre respuesta inmune a una vacuna contra la gripe, como publica en su edición digital de este lunes 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
Estos investigadores muestran que los hombres con cantidades relativamente altas de testosterona circulante se benefician en menor medida de un aumento en los anticuerpos protectores después de la vacunación contra la gripe que aquellos con niveles más bajos de testosterona y las mujeres.
En el estudio, las mujeres tuvieron una respuesta de anticuerpos en general más fuerte a la vacuna que los hombres. Pero la respuesta promedio montada por los hombres con niveles relativamente bajos de testosterona o menos que las mujeres.
Desde hace tiempo se sabe que, por razones que no están claras, los hombres son más susceptibles a la infección bacteriana, viral, fúngica y parasitaria que las mujeres y que los sistemas inmunes de los hombres no responden con tanta fuerza como los de las mujeres a las vacunas contra la gripe, de color fiebre amarilla, sarampión, hepatitis y muchas otras enfermedades.
También se sabe que las mujeres, en promedio, tienen niveles más altos en sangre de las proteínas de señalización que las células inmunitarias movilizan para impulsar la inflamación, un componente clave de la activación del sistema inmune. Además, investigaciones anteriores en animales y en cultivo celular han revelado que la testosterona tiene propiedades antiinflamatorias, lo que sugiere una posible interacción entre la hormona sexual masculina y la respuesta inmune.
Sin embargo, el nuevo estudio no encontró ninguna relación entre los niveles circulantes de proteínas proinflamatorias y la capacidad de respuesta a la vacuna contra la gripe. Tampoco parece que la testosterona enfríe directamente la respuesta inmune sino que interactúa con un conjunto de genes de una manera que amortigua esa respuesta, explica el autor principal del estudio, Mark Davis, profesor de Microbiología e Inmunología y director del Instituto de Stanford para Inmunidad, Trasplante e Infección.
PRIMER ESTUDIO EN ANALIZAR DIFERENCIAS DE GÉNERO
"Éste es el primer estudio que muestra una correlación explícita entre los niveles de testosterona, la expresión de genes y la respuesta inmune en los seres humanos", resalta Davis, quien invita a la reflexión a tomas las personas que toman suplementos de testosterona.
Los científicos se aprovecharon de una investigación longitudinal en curso en Stanford, en la que, desde 2008, a los participantes, que abarcan una amplia gama de edades, se les ha extraído sangre antes y después de recibir las vacunas antigripales anuales.
"La mayoría de los estudios no informan sobre las diferencias de sexo, un determinante importante de la variación en la respuesta inmune", subraya otro de los autores del trabajo, David Furman, investigador asociado en el grupo de Davis. El equipo de Stanford, en colaboración con científicos de la organización de investigación gubernamental francesa INSERM, se dedicaron a sondear esas diferencias.
Los análisis de muestras de 53 mujeres y 34 hombres mostraron que, de media, ellas tenían respuestas de anticuerpos significativamente más fuertes con la vacuna contra la gripe, en consonancia con otros estudios. Las mujeres también mostraron antes de la vacunación mayores niveles en sangre de proteínas inmunes de señalización proinflamatorias, igual que análisis anteriores.
El análisis también mostró que, en los hombres, la actividad elevada de un conjunto particular de los genes que tienden a activarse y desactivarse al mismo tiempo se asoció con una respuesta debilitada de anticuerpos a la vacuna. Los niveles de actividad del mismo grupo de genes no siguen de cerca a la respuesta de anticuerpos en las mujeres.
ALGUNOS GENES INVOLUCRADOS
Esto despertó el interés de Furman. Estudios anteriores han demostrado que algunos de los genes constitutivos de este grupo de multigenes (conocido como módulo 52) están involucrados en la regulación inmune y que la activación del módulo es de alguna manera impulsada por la testosterona.
Por ello, Davis y sus colegas analizaron directamente los niveles de testosterona en los varones, separando a los 34 hombres en dos grupos: aquellos cuyos niveles circulantes de testosterona en su forma bioactiva estaban por encima del nivel medio y los de niveles por debajo de la media de la hormona.
Estos expertos vieron que en los hombres con altos niveles de testosterona, los la alta activación de los genes del módulo 52 se correlacionó con una reducción de los niveles de anticuerpos después de la vacunación. En los hombres de baja testosterona, como en las mujeres, los niveles de activación de los genes del módulo 52 tenían ninguna relación significativa con la cantidad de anticuerpos producidos como consecuencia de la vacuna contra la gripe.
Análisis adicionales mostraron que la testosterona reduce los niveles de ciertos factores de transcripción (proteínas reguladoras) que normalmente impiden el encendido de los genes del módulo 52. Varios de estos genes son conocidos por sus conexiones del sistema inmunológico; de forma que la activación de uno de ellos, por ejemplo, da lugar a una diferenciación acelerada de células cuya función es la de suprimir, en lugar de fomentar, la respuesta inmune. Estas conexiones hacen que la interacción de los genes con la testosterona sea un blanco interesante a explorar por linmunólogos, fisiólogos e investigadores de fármacos, según Davis.
0 comentarios:
Publicar un comentario