El control de la medicación, desde la compra, hasta la correcta administración, depende del Servicio de Farmacia hospitalaria. Te invito a conocer esta labor, que tan bien se desarrolla en España.
Cuando hablamos del Servicio de Farmacia Hospitalaria surgen múltiples dudas en torno a sus funciones y objetivos, de hecho, es un gran desconocido para gran parte de la población. Sin embargo, su importancia resulta vital para mantener la salud de los pacientes. Todos los hospitales que cuentan con más de 100 camas están obligados a tener un servicio de estas características, y en caso de centros de menor tamaño también se recomienda por las numerosas ventajas que aporta.
Como afirma Francina Luaces, responsable del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Vithas Nuestra Señora de América , “nuestra labor está dividida entre la gestión y la práctica clínica, abarca todo el proceso relacionado con medicación y material, desde la compra hasta la administración e incluso la monitorización posterior”. Además, desde el punto de vista legal, son los encargados de velar por el cumplimiento de la normativa vigente.
El Servicio de Farmacia Hospitalaria tiene la responsabilidad de que cada paciente reciba la medicación adecuada, en la dosis correspondiente y durante el período de tiempo necesario: “ejercemos una labor de vigilancia y concienciación de la llamada medicación de riesgo y en la monitorización de fármacos tóxicos con el fin de minimizar errores de prescripción y transcripción”, apunta Luaces. Asimismo, se presta atención al paciente externo en los casos en los que precise fármacos con dispensación, normalmente debido a enfermedades crónicas, y se vigila la adherencia al tratamiento.
Otras de las funciones esenciales de este servicio en nuestro hospital son el control de los pacientes oncológicos mediante la revisión y preparación de la quimioterapia en cabinas de flujo laminar, la vigilancia de la infección nosocomial, así como el uso adecuado de antibióticos, la nutrición y el liderazgo de la Comisión de Farmacia y Terapéutica del Hospital, “órgano en el que se toman todas las decisiones relativas a los fármacos y se elabora la guía farmacoterapéutica del centro”.
Unidad de Nutrición Parenteral
El Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Vithas Nuestra Señora de América ha creado una unidad multidisciplinar de Nutrición Parenteral dependiente del Servicio de Farmacia Hospitalaria que permite realizar un seguimiento muy exhaustivo de estos pacientes. “El farmacéutico visita al paciente, haciendo una anamnesis adecuada y, de acuerdo con el médico, formula y prepara la nutrición vía intravenosa de los pacientes que, por diversas circunstancias, no pueden ingerir”, explica Francina Luaces.
La nutrición parenteral se formula según el cálculo de necesidades, siempre de acuerdo con el médico, y se prepara en la cabina de flujo laminar horizontal. El farmacéutico hace un seguimiento diario del paciente y registra en la historia todos los cambios. “La mejoría de los pacientes es notable”.
Formación específica en Farmacia Hospitalaria
Para trabajar en un servicio de Farmacia Hospitalaria es necesario, además de tener el título, presentarse al examen FIR (Farmacéutico Interno Residente), la vía oficial formativa que da acceso a esta especialidad. Una vez superada la prueba, se lleva a cabo una formación exhaustiva durante 4 años en los que el farmacéutico rota por los diferentes departamentos internos del servicio que, en los últimos años, se amplía a otras áreas del hospital.
Fuente: Vithas
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