Ésta se modula desde antes del nacimiento y hasta los 3 años de edad. En su equilibrio influyen factores como la higiene, la alimentación y el tipo de parto.
"La microbiota juega un papel fundamental en la regulación funcional y homeostática frente al medio para mantener un buen funcionamiento de diversas actividades fisiológicas del cuerpo humano. Su importancia para el organismo es clave, por lo que es necesario cuidarla". Así lo explicó Roberto Vimbert, licenciado en Medicina y director técnico en e-S Health, TecnoCampus Mataró, en una conferencia celebrada en Infarma y organizada por Solgar. El experto habló de la importancia de la microbiota y de las diferentes comunidades de bacterias que viven en ella para "la supervivencia".
Si no fuera por las bacterias "la vida no sería posible. Sin ellas, estaríamos en un sistema inerte", dijo. "Hasta hace poco tiempo se sabía que los humanos empezábamos a contaminarnos de bacterias en el momento del parto, pero no es así, ya que este proceso se produce desde la placenta". A raíz de aquí, informó, "las familias de bacterias van madurando confome entramos en contacto con el medio externo y hasta los dos o tres años de edad, que es cuando las bacterias se estabilizan". Entre la etapa intrauterina y los 3 años "la microbiota se modula para protegernos de agentes patógenos". Esa modulación o equilibrio dependerá de factores como "el tipo de parto, la higiene del ambiente, la microbiota materna, la dieta y la exposición a fármacos, como antibióticos".
Disbiosis
Su alteración y la respuesta adversa del hospedador, informó, "es lo que se denomina disbiosis, algo que se ha asociado con afecciones tan dispares como el asma, las enfermedades inflamatorias crónicas, la obesidad y la inflamación grasa del hígado no debida al alcohol". Según el experto, "los factores genéticos, las alteraciones en la alimentación (como veganismo), las deficiencias nutricionales, la automedicación y el viejo paradigma de mantener el cuerpo humano en condiciones asépticas mediante la aniquilación sistemática de microbios patógenos con antibióticos y antisépticos han dado como resultado la disbiosis de la microbiota y, en consecuencia, se ha incrementado el riesgo de desarrollo de patologías como la obesidad, la diabetes, el cáncer, la ansiedad y la depresión".
A nivel sanitario, "la eliminación de los microoganismos que considerábamos patógenos nos ha llevado a una serie de desastres naturales tanto fuera como dentro de nuestro organismo, y ahora tenemos que remediarlo a través de estilos de vida más saludables, una alimentación equilibrada y con el uso, en determinados casos, de suplementos nutricionales". A su vez, todo esto ha hecho que "cada vez haya un mayor interés en la investigación de la modulación de la microbiota intestinal a través de determinados suplementos", afirmó.
En este sentido, habló de un proyecto que están llevando a cabo para el desarrollo de lo que él denominó equibióticos. "Es un nuevo concepto en el que estamos trabajando desde 2012, por el que desarrollamos nuevas mezclas vegetales que sirvan para conseguir que el huésped, dentro del organismo, pueda generar las condiciones ideales para un desarrollo saludable de la microbiota". Hasta la fecha, según informó, "han desarrollado estudios en humanos con buenos resultados para el control de helycobacter pylori.
A modo de ejemplo, habló de un trabajo sobre el extracto de terminalia macroptera aplicado a cultivos de H. pylori, que "inhibe su crecimiento, siendo los elagitaninos (terchebulina y punicalagina) los responsables de la actividad antibacteriana". Así señaló otro estudio con phyllanthus niruri, "que inhibe el crecimiento de los cultivos de la misma bacteria, pero sin alterar el crecimiento y proliferación de lactobacillus acidophilus, lactobacillus casei y lactobacillus plantarum ". Este extracto "afecta a la bacteria patógena H. pylori sin modificar el ecosistema microbiano formado por los lactobacilos. El extracto vegetal contiene derivados del ácido elágico e hidroxicinámico".
Además de esta patología, Vimbert señaló otros estudios sobre la gastritis. "Se ha investigado el extracto de lafoensia pacari, una planta medicinal del Brasil, con efectos anti-secretores gástricos y con actividad antibacteriana in vitro confirmados".
En el trabajo participaron cien pacientes dispépticos, que recibieron por vía oral 500 mg del extracto o placebo, durante 14 días de tratamiento . "La disminución de los síntomas de gastritis fue de casi el 50 por ciento en el grupo intervención y del 21 por ciento en el grupo placebo", concluyó Vimbert.
Decálogo sobre probióticos
1. Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio a la salud del hospedador.
2. Las sustancias constituyentes o producidas por microorganismos no deben considerarse probióticos , aun cuando tengan efectos biológicos saludables.
3. Para que un microorganismo sea calificado de probiótico es imprescindible demostrar científicamente que produce efectos beneficiosos en la salud del hospedador.
4. Los efectos beneficiosos para la salud deben demostrarse mediante estudios realizados en población humana con metodología científica adecuada.
5. Los estudios de laboratorio o en modelos animales son un requisito imprescindible antes de realizarlos en población humana y proporcionan información sobre mecanismos de acción , pero por sí mismos no son prueba suficiente de eficacia en salud humana.
6. Los efectos saludables demostrados para una cepa microbiana específica no son extrapolables o atribuibles a otras cepas de la misma especie.
7. Una cepa microbiana con categoría de probióticos por haber demostrado eficacia en una indicación concreta (por ejemplo, prevención de diarrea) no es necesariamente válida para otras indicaciones (por ejemplo, prevención de alergias).
8. La eficacia de algunas cepas probióticas está ampliamente documentada para indicaciones concretas de salud gastrointestinal (por ejemplo, algunas tipos de diarrea, estreñimiento, intestino irritable o inflamación intestinal).
9. Existen cepas probióticas con eficacia demostrada para indicaciones concretas sobre el sistema inmune (por ejemplo, prevención de infecciones).
10. Las evidencias científicas observadas sobre un tipo de población no son extrapolables a otra población que varíe en edad (niños y ancianos) o en estado fisológico (gestación y lactancia).
Escrito por: Joanna Guillén Valera | joanna.guillen@correofarmaceutico.com |
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