El magnesio es un mineral esencial que participa en más de 300 reacciones bioquímicas de nuestro organismo y ayuda a disminuir la fatiga y el cansancio. Su déficit es relativamente frecuente en países industrializados. “Estudios epidemiológicos demuestran que, en un 20% de la población de estos países, la ingesta de magnesio está un 33% por debajo de lo aconsejable”, comenta Alberto Marfil García, licenciado en Ciencias Químicas y Farmacéutico en Pamplona.
Una alimentación equilibrada rica en magnesio, que incluya legumbres o frutos secos, entre otros alimentos, es la mejor garantía para conseguir los aportes diarios necesarios. Pero, en ocasiones, no basta y es cuando se puede recurrir a complementos alimenticios de magnesio.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido en 250 mg al día el nivel máximo de ingesta admisible para las sales disociables que se utilizan como fuente de magnesio en los complementos alimenticios.
¿Cuáles son las causas de un déficit de magnesio?
Dietas insuficientes, tomas de determinados medicamentos y, sobre todo, un ejercicio físico intenso o la exposición a altos niveles de estrés pueden generar déficits de magnesio.
Es especialmente interesante la relación entre el estrés y el magnesio. Alberto Marfil, explica que “ante una situación de estrés, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina. Esta genera una entrada de calcio en la célula y, al mismo tiempo, una salida de magnesio”.
“A su vez, este déficit de magnesio aumenta la sensibilidad al estrés, lo que convierte la relación entre estrés y magnesio en un verdadero círculo vicioso”, señala. “Esto pasa sea cual sea el tipo de estrés: agudo o crónico, por tensión emocional o por un esfuerzo físico intenso”, añade Alberto Marfil.
Este farmacéutico apunta que este círculo vicioso se manifiesta con fatiga, cansancio pero también “hiperreactividad al estrés y, además, signos neuromusculares como contracturas, hormigueos o fasciculaciones musculares, por ejemplo, en el párpado”. Su recomendación para pacientes con estrés es “combinar el tratamiento farmacológico con un complemento de magnesio para suplir esta carencia y favorecer la recuperación del paciente”.
“A la hora de recurrir a un complemento alimenticio con magnesio es importante tener en cuenta la fórmula, como, por ejemplo, la de Magnesium DUO. En particular, que incluya vitaminas como las del grupo B y PP, necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, además de que su metabolismo está estrechamente relacionado con el del magnesio para su transformación en coenzimas activas”. Además, “es interesante incluir antioxidantes como el selenio o la vitamina E, que protegen las células frente al daño oxidativo y favorecen la fijación del magnesio”, comenta Alberto Marfil.
En definitiva, el magnesio es un mineral “fundamental y que puede ser de gran ayuda en muchas situaciones del consejo farmacéutico, en concreto en situaciones de estrés y tensión emocional y mental”, concluye este profesional.
Fuente: Correo Farmacéutico
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