La asamblea de la organización ha repasado y hecho propuestas sobre problemas sanitarios como la tuberculosis, el cólera o las mordeduras de serpiente.
La asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) terminó este sábado en Ginebra tras cuatro días repasando los principales problemas sanitarios del planeta. Los delegados de todos los países miembros han debatido y votado resoluciones para tomar acciones políticas relativas a la tuberculosis, el cólera, la polio, las vacunas y las mordeduras de serpiente, entre otros muchos asuntos. Estos son los principales:
Brote de ébola
El brote de ébola que ha estallado en la República Democrática del Congo se enfrenta a un momento decisivo. En las próximas semanas podría extenderse a zonas urbanas o mantenerse bajo control. La vacunación a las poblaciones de riesgo ha comenzado. La respuesta ha sido rápida y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS ha agradecido su esfuerzo a todos los trabajadores sanitarios. El comité asesor de la organización emitió un informe sobre los protocolos para luchar contra brotes de este tipo. Según el documento, el programa ha demostrado su eficacia a la hora de liderar respuestas en salud a crisis humanitarias, aunque “es necesario seguir avanzando”.
Condiciones de salud en el territorio palestino ocupado
Los delegados de la asamblea reafirmaron la necesidad de una cobertura completa de los servicios de salud en el territorio palestino ocupado, reconociendo que la aguda escasez de recursos financieros y médicos está poniendo en peligro el acceso de la población a los programas sanitarios y preventivos. Acordaron pedir al director general que brindara apoyo a los servicios de salud palestinos.
Acceso a medicinas y vacunas
El acceso a medicamentos esenciales parecía hasta hace poco un desafío al que se enfrentan principalmente los países de bajos ingresos. Pero el aumento de los costos de los nuevos compuestos ha ejercido presión a todos los sistemas sanitarios para proporcionar un acceso asequible. Además, problemas como la resistencia a los antimicrobianos y el uso indebido de opiáceos resaltan la necesidad de mejorar el uso de los fármacos. Los delegados han pedido a la OMS que elabore una hoja de ruta de cinco años para abordar estos problemas. Es, además, una de las claves para alcanzar la cobertura universal de salud, y una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Enfermedades no transmisibles
Los Estados miembros pidieron intensificar las acciones en la lucha mundial para combatir las enfermedades no transmisibles (ENT). Reiteraron que la comunidad internacional se ha comprometido a reducir en un tercio las muertes prematuras por estas dolencias para 2030, principalmente cardiovasculares, cánceres, diabetes y dolencias respiratorias crónicas, así como promover la salud mental y el bienestar. Cada año, 15 millones de personas de 30 a 70 años mueren a causa de una ENT. La Asamblea reconoció que se necesita mejorar el liderazgo político para acelerar la prevención y adoptar medidas para reducir los principales riesgos de estos males: el consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo de alcohol y las dietas poco saludables, así como la contaminación del aire. “Los sistemas de salud deben fortalecerse mediante la implementación de medidas efectivas que permitan detectar mejor a las personas en riesgo y proporcionar terapias y servicios farmacológicos para reducir las muertes por ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y diabetes. La prevención y el tratamiento de los trastornos mentales también requieren una acción urgente”, acordaron los delegados.
Polio
La poliomielitis es una enfermedad que está cerca de la erradicación. Los casos han disminuido en más de un 99% desde 1988, cuando se calculaba que había 350.000 en más de 125 países endémicos, en comparación con los 37 notificados en 2016. Pero para conseguir acabar con ella hace falta continuar trabajando en los sistemas de salud de los países que siguen en riesgo. La OMS tiene en marcha un plan estratégico para mantener un mundo libre de polio después de la erradicación; fortalecer los sistemas de inmunización, incluida la vigilancia de enfermedades prevenibles por vacunación; y mejorar la preparación para emergencias y la capacidad de detección.
Tuberculosis
“Los esfuerzos actuales para implementar la estrategia de eliminación de la tuberculosis aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud no son suficientes”, según los delegados. La enfermedad se cobró 1,7 millones de vidas en 2016. Sigue siendo la infección más asesina en el planeta y es una de las diez principales causas mundiales de muerte. Se espera que una cumbre el próximo septiembre impulse una renovación del compromiso político de alto nivel para acelerar la acción para acabar con la dolencia. Los delegados acordaron una resolución que compromete a los Estados miembros a acelerar sus acciones para erradicarla.
Cólera
El cólera mata a unas 95.000 personas y afecta a 2,9 millones más cada año. Se ensaña con las comunidades en conflicto, con falta de infraestructura, sistemas de salud deficientes y la malnutrición. Más de 2.000 millones de personas todavía carecen de acceso a agua potable y tienen un riesgo potencial de contraer la enfermedad. Los delegados respaldaron una resolución que insta a los países afectados por el cólera a implementar una hoja de ruta que apunta a reducir las muertes por la enfermedad en un 90% para 2030. La resolución también insta a la OMS a aumentar su capacidad para ayudarlos a combatirla.
Salud digital
Reconociendo el potencial de las tecnologías digitales para desempeñar un papel importante en la mejora de la salud pública, los delegados acordaron instar a los Estados miembros a priorizar el desarrollo y el mayor uso de estas herramientas como un medio para promover la cobertura universal y avanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Han pedido a la OMS que elabore una estrategia mundial y respalde la ampliación de estas tecnologías en los países brindándoles asistencia técnica y orientación normativa, supervisando las tendencias y promoviendo las mejores prácticas para mejorar el acceso.
Mordeduras de serpiente
Los delegados acordaron una resolución que apunta a reducir la cantidad de personas en todo el mundo que mueren o son discapacitadas física o mentalmente por mordedura de serpiente. Se estima que las sufren entre 1,8 y 2,7 millones cada año, de las que mueren entre 81.000 y 138.000. Por cada una que fallece, otras cuatro o cinco quedan con discapacidades como ceguera, movilidad restringida o amputación y trastorno de estrés postraumático. Es un mal que afecta de manera abrumadora a personas de comunidades agrícolas y ganaderas pobres y el año pasado la OMS lo categorizó como una enfermedad tropical desatendida de alta prioridad.
Actividad física
El 23% de los adultos y el 81% de los adolescentes de entre 11 y 17 años no cumplen con las recomendaciones globales de actividad física. Los Estados miembros respaldaron el Plan de Acción Mundial de la OMS sobre Actividad Física (Gappa), una nueva iniciativa destinada a aumentar la participación de personas de todas las edades en el deporte y la capacidad de promover la salud y combatir las enfermedades no transmisibles, incluidas las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la cáncer de colon, y ayuda a mejorar la salud mental y la calidad de vida.
Tecnología de asistencia
Se estima que 1.000 millones de personas se beneficiarán de los productos de asistencia —tales como sillas de ruedas, audífonos, bastones para caminar, miembros protésicos...—, cifra que aumentará a más de 2.000 millones para el año 2050. Sin embargo, el 90% no se los puede permitir, debido a los altos costos y la falta de disponibilidad. Los delegados adoptaron una resolución instando a los Estados miembros a desarrollar, implementar y fortalecer políticas y programas para mejorar el acceso a la tecnología asistencial.
Reglamento Sanitario Internacional
El Reglamento Sanitario Internacional (RSI) es un instrumento legal vinculante para 196 países. Su objetivo es ayudar a la comunidad internacional a prevenir y responder a los graves riesgos para la salud pública que tienen el potencial de cruzar las fronteras y amenazar a las personas en todo el mundo. El RSI, que entró en vigor el 15 de junio de 2007, exige que los países notifiquen a la OMS ciertos brotes de enfermedades y eventos de salud pública. Los delegados acogieron con beneplácito un plan estratégico mundial quinquenal propuesto para mejorar la preparación y respuesta en salud pública, a través de la implementación de este reglamento.
Gripe pandémica
Los delegados apoyaron el Marco de Influenza Pandémica, que tiene dos objetivos: fortalecer el intercambio de información del virus de la gripe con potencial pandémico y aumentar el acceso de los países en desarrollo a vacunas, medicamentos antivirales y otros productos esenciales de respuesta.
Fiebre reumática y enfermedad cardíaca reumática
La enfermedad cardíaca reumática es una condición que surge de la fiebre reumática aguda; ocurre más comúnmente en la infancia y afecta de manera desproporcionada a niñas y mujeres. A pesar de la disponibilidad de medidas efectivas para su prevención y tratamiento, los casos no han disminuido significativamente en los últimos años. Los factores socioeconómicos y ambientales, como las viviendas deficientes, la desnutrición, el hacinamiento y la pobreza, aumentan la probabilidad y la gravedad de la dolencia. Los delegados acordaron una resolución llamando a la OMS a lanzar una respuesta global coordinada a la enfermedad, que afecta a alrededor de 30 millones de personas cada año. En 2015, se estimó que había causado 350.000 muertes.
Fuente: Diario el País